EL TAN ESPERADO VIAJE, SEGUNDA PARTE

Una vez que arribamos a Brisbane el dia 23 despues de 1 hora y 30 minutos de vuelo, nos estaba esperando nuestro amigo Fercen. Nosotros muy contentos de ver una cara conocida y hablar español con otra persona. No veiamos a Fercen desde el año 2006, año en que fueron hasta Maturín, Venezuela en sus vacaciones. Al igual que la mayoría de los Australiano, estaba vestido con pantalones bermudas. Pues, cuando salimos del aeropuerto supe la razón de esto: en contraste con el frio invierno, lleno de nieve que tenemos en Auburn Hills en estas fechas, en Brisbane había un calor que yo diría estaba cercano a los 39 grados. En ese momento desee tener tambien una bermuda puesta. Y yo aun con mi Long John puesto así que imagínense el calor que pase.

Nuestra primera misión fue la de buscar el carro que habíamos reservado por internet. Efectivamente todo estaba dispuesto y nos facilitaron el vehiculo Mitsubishi Lancer, dotado con un GPS y la silla para Andres tal y como lo habíamos solicitado. Bien, nuestra segunda misión fue la de aprender rápidamente a manejar por la izquierda y tratar de no chocar con los carro por la derecha y de no salirme por el hombrillo. A pesar de ser mi primera experiencia en esto de manejar por "el otro lado", me sentí cómodo rápidamente. Lo que no nos ayodo mucho al principio fue el GPS. Nosotros tenemos uno en USA pero este tenía la manía de anunciar el cruce justo al momento de hacerlo, es decir, no daba una advertencia unos metros antes del mismo. Adicionalmente, el idioma disponible era Inglés Australiano por lo que lo que entendíamos era poco. A pesar de esto con el pasar de los dias ya le agarramos el truco al aparato y nos sirvió bastante a ubicarnos en el Gold Coast.
Dada estas difilcutades con el GPS, un viaje de unos 40 minutos se volvió como de 1 hora 30 minutos debido a los pelones que nos hechamos en la ruta. La ruta que nos indicó el GPS fue por la ciudad y no por la autopista por lo que aprovechamos de conocer el downtown de Brisbane. Menos mal que era día sábado por lo que la ruta no estaba tan congestionada como en dias entre semanas.
Al fin en casa de Fercen, nos recibió Teresa (esposa de Fercen) y Daniel (su hijo). Lo primero fue hecharnos un buen baño de agua fria en este caso dado el calor que estaba haciendo. Ya instalados, nos empezó a pegar el cambio de hora pues de acuerdo a nuestro reloj interno era de noche y teniamos mas de 24 horas de haber salido de la casa. Sin embargo, siempre hay tiempo para una buena comida por lo que Teresa y Fercen nos preparó una buena comida. Imagínense que vinimos a comer cachapas alla en Australia. En USA no habíamos comido este plato dado que nosotros no sabemos preparlo. Tambien nos convidaron unas reconfortantes cervecitas australianas que nos calleron de perla insisto, por el calor que estaba haciendo. No sé si era que estaba haciendo bastante calor o era que nosotros estaba ya amañados al frio del invierno. Pues cualquiera haya sido la razón, las bebidas espirituosas nos refrescaron bastantes.

Al día siguiente Feren nos llevó a conocer el lago que queda aledaño a la urbanización donde ellos viven. Fijense que hay un pequeño islote en el lago declarado reserva animal por lo que esta prohibido meterse con las aves, peces y cualquier animalito que viva alli.

Después de este paseo a pie, y después del infaltable desayuno con arepas, arrancamos para la ciudad de Gold Coast. Fercen, Teresa y Daniel nos acompañaron hasta allá y se quedaron con nosotros hasta el día siguiente. El Gold Coast es una ciudad donde se forman muchos surfistas famosos en el mundo. Queda como a 45 minutos de Brisbane por autopistas. Al ver la playa nos llenó un entusiasmo adicional, por supuesto con muchas ganas de ir a meternos de una vez a ella. Cómo nos fue en Gold Coast, eso lo dejare para el próximo post.